¿Cómo sería un ecosistema marino mediterráneo virgen? Una evaluación de 32 áreas marinas a lo largo de todo el Mediterráneo

• Por primera vez se obtiene una visión amplia y actualizada de cómo están constituidos los fondos rocosos del litoral mediterráneo con datos de primera mano • Esta evaluación de 32 áreas marinas, en todo el Mediterráneo, revela algunas de las zonas parcialmente protegidas no tienen el efecto esperado y que la política de protección parcial no es eficaz

Barcelona. Hace siglos que el mar Mediterráneo está sometido a una elevada presión, un tiempo tan largo que es muy difícil, si no imposible, saber cuál era su estado natural antes de ser alterado por el hombre. Este estado natural virgen, que se denomina línea basal o baseline en inglés, sería la situación de referencia, el punto ideal al que deberían intentar llegar las zonas marinas protegidas.

Pero si no se conoce esta situación de referencia, se hace difícil evaluar la salud de los ecosistemas, así como la eficacia de las acciones de conservación o recuperación de zonas protegidas. No hay por ejemplo, un seguimiento histórico de los peces y otras especies, y mucho menos de cómo están constituidos los ecosistemas marinos en función de las abundancias de sus principales pobladores (algas, erizos y otros invertebrados, peces). Casi toda la información cuantitativa disponible comienza hace 30 años, cuando ya hacía tiempo que el urbanismo, la pesca o la contaminación estaban afectando a los ecosistemas marinos mediterráneos.

Ahora, un equipo internacional de 19 instituciones científicas ha hecho un primer estudio para intentar establecer cuál sería esta situación de referencia en los ecosistemas mediterráneos poco profundos situados en fondos rocosos. Liderados por Enric Sala, investigador del CSIC en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes y explorador residente de la National Geographic Society, científicos de seis países han visitado 32 áreas marinas, 14 de ellas protegidas, a lo largo de todo el Mediterráneo, desde España en Turquía. En todas ellas han evaluado la cantidad de algas, diferentes invertebrados y peces asociados a los fondos rocosos.

Los resultados, publicados recientemente en la revista PLoS ONE, muestran una gran variabilidad en las cantidades de los diferentes grupos de organismos estudiados. Los ecosistemas mejor conservados tienen, en general, unas abundancias mayores de peces y de algas.

Arriba, un mero a Llebeig, en la Albufera de Valencia. Imagen: Enrique Ballesteros, CSIC.

Muestreo en una zona con muy pocas algas. Esta falta de algas se debe a especies invasoras de peces herbívoros originarios del Mar Rojo. Imagen: Enrique Ballesteros, CSIC.

Las diferencias en la biomasa de peces entre diferentes áreas es espectacular: hasta 31 veces más biomasa entre el área que tiene menos y la que tiene más. Llama la atención que algunas de las zonas parcialmente protegidas en la pesca (se permite la pesca profesional artesanal) estén entre las que tienen menos biomasa de peces, lo que indica que las medidas de protección para su conservación son insuficientes.

Entre todas las zonas estudiadas, las que tienen un mejor estado de conservación son Tavolara, una isla protegida situada al norte de Cerdeña, y las Islas Medes, en el Empordà. Pero incluso estas zonas están aún están lejos de lo que sería la situación de referencia, como lo demuestra el hecho de que las comunidades de peces todavía están en proceso de recuperación.

En el otro extremo, están las zonas del Mediterráneo oriental, más pobres en nutrientes y con más dificultades para recuperarse. Estas zonas también sufren un importante impacto de las especies invasoras que entran por el canal de Suez, las cuales desestabilizan enormemente los componentes habituales de los fondos rocosos mediterráneos.

Los resultados muestran que en las áreas estudiadas se alternan cuatro tipos de ecosistemas: unos con mucha biomasa de peces grandes y un bentos dominado por grandes algas (son ecosistemas dominados por depredadores); otros con pocos peces pero abundantes grandes algas nativas; un tercer grupo de ecosistemas con pocos peces y amplias extensiones de fondo baldíos, sin algas, y, por último, zonas con poco peces y algas pequeñas.

Este estudio ofrece por primera vez una visión amplia y actualizada de cómo están constituidos los fondos rocosos del litoral mediterráneo con datos de primera mano (los investigadores han utilizado la escafandra autónoma para explorar los fondos y censar las especies). Revela, además, que algunas de las zonas parcialmente protegidas no tienen el efecto esperado y demuestra que la política de protección parcial no es eficaz. Tal como dicen los investigadores, “hay que apostar por una protección integral de los ecosistemas si lo que queremos es realmente conservarlos”.

La investigación, financiada por la Oak Foundation, la Pew Charitable Trusts, el CSIC y el Lenfest Ocean Program, ha contado con la participación de 27 científicos de 19 centros de investigación. Por parte de España, además del Centro de Estudios Avanzados de Blanes del CSIC, también han participado el Centro Mediterráneo de Investigaciones Marinas y Ambientales (CSIC), la Universidad de Barcelona, y la Estación de Investigación Jaume Ferrer (IEO -Centro Oceanográfico de Baleares).

 

Articulo de referencia:

Sala E, Ballesteros E, Dendrinos P, Di Franco A, Ferretti F, et al. (2012) The Structure of Mediterranean Rocky Reef Ecosystems across Environmental and Human Gradients, and Conservation Implications. PLoS ONE 7(2): e32742. doi:10.1371/journal.pone.0032742

 

Lista de participantes en el estudio:

1 National Geographic Society, Washington, D.C., United States of America, 2 Centre d'Estudis Avançats de Blanes, CEAB-CSIC, Blanes, Spain, 3 MOm/Hellenic Society for the Study and Protection of the Monk Seal, Athens, Greece, 4 DiSTeBA, Università del Salento, Lecce, Italy, 5 Hopkins Marine Station, Stanford University, Pacific Grove, California, United States of America, 6 NOAA Southwest Fisheries Science Center, Pacific Grove, California, United States of America, 7 Joint Institute for Marine and Atmospheric Research, University of Hawaii, Honolulu, Hawaii, United States of America, 8 U.S. Geological Survey, Hawaii Cooperative Fishery Research Unit and University of Hawaii at Manoa, Honolulu, Hawaii, United States of America, 9 Centre Mediterrani d'Investigacions Marines i Ambientals, ICM-CSIC, Barcelona, Spain, 10 Dokuz Eylül University – Institute of Marine Sciences and Technology, Inciralti, Izmir, Turkey, 11 SAD-EKOG, Maltepe, Ankara, Turkey, 12 National Center for Ecological Analysis and Synthesis, University of California Santa Barbara, Santa Barbara, California, United States of America, 13 Departament d'Ecologia, Facultat de Biologia, Universitat de Barcelona, Barcelona, Spain, 14 Université de Nice-Sophia Antipolis, Nice, France, 15 Dipartimento di Scienze Zootecniche, Università di Sassari, Sassari, Italy, 16 Scripps Institution of Oceanography, La Jolla, California, United States of America, 17 Conservation International, Arlington, Virginia, United States of America, 18 Estació d'Investigació Jaume Ferrer, IEO-Centre Oceanogràfic de Balears, Maó, Spain, 19 Moss Landing Marine Laboratories, Moss Landing, California, United States of America