El Centro de Estudios Avanzados de Blanes, del CSIC, ha acogido un encuentro entre científicos de varios países europeos y personal de las administraciones central y autonómica, con el objetivo de mejorar la cooperación y la gestión integrada del medio marino.
La toma de decisiones sobre lo que se debe hacer, lo que se puede hacer y no lo que no se puede hacer en el mar gravita sobre diversas entidades y unidades de diferentes administraciones (local, autonómica, estatal, europea). Ministerios, departamentos o direcciones generales con responsabilidades en pesca, puertos, playas, calidad de agua, conservación de especies o ecosistemas, planificación territorial, entre otras, tienen competencias específicas en el medio marino. Dichas competencias, aunque perfectamente delimitadas, pueden generar interferencias y redundancias.
Por otra parte, y aunque existen excelentes científicos marinos, los gestores no siempre encuentran respuesta adecuada a sus demandas de información. Por su parte, como contrapartida, los científicos tienen dificultades para encontrar interlocutores en la administración con los que compartir sus inquietudes por los problemas de conservación que plantea el ecosistema marino.
Para favorecer una mayor permeabilidad y cooperación entre todos estos estamentos, se celebró un encuentro en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes, del CSIC, los pasados días 28, 29 y 30 de mayo. Reunió a científicos de varios países europeos y a personal de distintos departamentos de la Generalitat y del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El encuentro, auspiciado por una acción COST de la Unión Europea, tomó como caso de estudio la gestión de los ecosistemas de fanerógamas (plantas superiores) marinas, ecosistemas de un alto valor ecológico, en la actualidad amenazados por las actividades humanas.
A través del análisis de casos concretos, los expertos llegaron a la conclusión de que la fragmentación de competencias no sólo complica la protección de estos ecosistemas, y de todos los hábitats marinos en general, sino que pueden provocar acciones redundantes y, en consecuencia, un uso poco eficiente de los recursos, cada vez más limitados. Los asistentes plantearon formas de estimular el flujo de información, para transformar redundancias en sinergias y avanzar en la gestión integrada del medio natural marino.