Un trabajo demuestra por vez primera que las poblaciones de pájaros comunes están viéndose afectadas por el cambio climático de forma pronunciada y similar tanto en Europa como en los EE.UU. Ha participado Lluís Brotons, investigador del CSIC en el Consorcio Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF).
El equipo internacional, dirigido por la Universidad de Durham (Reino Unido), ha descubierto que, entre 1980 y 2010, las poblaciones de aves de las especies que se esperaba iban a salir beneficiadas con los efectos del cambio climático, han superado sustancialmente a las de aquellas especies que, según las previsiones, iban a salir perjudicadas. El trabajo se publica esta semana en Science.
En el estudio, que ha contado con la implicación de 36 entidades, instituciones y centros de investigación, ha participado Lluís Brotons, investigador del CSIC en el Consorcio Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). En España, también ha participado Sergi Serrano, del Museu de Historia Natural de Barcelona, y Virginia Escandell, de la Sociedad Española de Ornitología - BirdLife.
Se trata de la primera demostración consistente de que el clima influye a gran escala y de forma similar en las poblaciones de pájaros comunes en lugares separados del planeta, dicen los científicos.
Entre las especies que están sufriendo los efectos del cambio climático, según se ha podido demostrar, hay pájaros comunes como la curruca rabilarga (Sylvia undata) en la península ibérica y en Europa, o el mirlo primavera (Turdus migratorius) en los EEUU. Por otro lado, poblaciones de cetia ruiseñor (Cettia cetti) y de abejarucos (Merops apiaster), que se distribuyen por el sur de Europa, han incrementado muchísimo su población en los últimos años, mientras que especies del norte como el carbonero montano (Poecile montanus) o el pinzón real (Fringilla montifringilla) han disminuido durante el mismo periodo. Las diferentes tendencias en las poblaciones debidas al cambio climático también se ven dentro de una misma especie en diferentes áreas geográficas.
Hipótesis confirmadas
La novedad del trabajo, apunta Lluís Brotons, es que se han elaborado primero unas hipótesis sobre qué especies podían verse afectadas positiva o negativamente en su reproducción con el cambio climático, y después se han comparado esas hipótesis con registros reales.
Para ello, los científicos han caracterizado los climas que favorecen a las diferentes especies, en función de las preferencias de las aves y sus nichos ecológicos. Después, a partir de registros del periodo 1980-2010, han dividido las especies de aves comunes en dos grupos, en función de si el clima se había hecho progresivamente más o menos favorable para cada una de las especies, 145 en Europa y 380 especies en los EE.UU, y han comparado las tendencias medias de población en los dos grupos.
Los resultados confirman las hipótesis previas y muestran una diferencia clara entre las tendencias de población de pájaros favorecidos y perjudicados por el cambio climático en ambos continentes. En el caso de las especies de las que se había predicho que se verían favorecidas, su población ha superado sustancialmente a la de las especies que se había predicho que iban a verse perjudicadas.
La población de la curruca rabilarga en el Reino Unido, que acostumbraba a estar limitada a Dorset, se ha incrementado hasta ocho veces desde 1980. Esta misma ave ha visto disminuida su población en España, tal como se preveía a partir de los cambios en el clima y las preferencias de las aves. El petirrojo americano, una especie común en todos los EE.UU, ha disminuido en algunos de los estados del sur, como Mississippi y Louisiana, pero se ha incrementado en estados del norte, como Dakota.
Estos cambios son consistentes con los cambios climáticos en esas áreas, dicen los científicos. Otros factores que también afectan a las poblaciones, como el tamaño de los pájaros, los hábitats en los que viven y su comportamiento migratorio, no difieren tanto entre los grupos favorecidos o desfavorecidos por el cambio climático. De ahí que sólo el cambio climático pueda explicar las diferencias entre la media de población de ambos grupos, dicen los científicos.
Peor en Europa
Sin embargo, el trabajo también arroja incógnitas. “Hay un patrón climático fuerte similar en ambos continentes pero las poblaciones de aves en ambos continentes no han respondido exactamente igual”, dice Lluís Brotons. “La respuesta negativa al cambio climático es peor en Europa que en los EE.UU.”
Las especies desfavorecidas por el cambio climático han tenido una respuesta peor en Europa que en los EE.UU. Y, al revés, las especies que se preveía que iban a resultar beneficiadas, han aumentado su población más en los EE.UU. que en Europa. Otra incógnita que arroja el trabajo es que la densidad media de especies en los EE.UU. se está incrementando, al contrario que en Europa. “Deben de haber más factores que expliquen estas diferencias”, apunta el científico Lluis Brotons.
Los líderes del trabajo, Stephen Willis y Philip Stephens, de la Universidad de Durham (Reino Unido), dicen que los resultados muestran que en ambos continentes se está dando una respuesta consistente y a gran escala por parte de las poblaciones de pájaros al cambio climático.
“Esto nos ayuda a entender en qué casos el cambio climático está afectando a las poblaciones, y en qué casos pueden haber otros factores implicados, como la pérdida de hábitats o la agricultura intensiva”, dicen los científicos. El estudio ayudará a la hora de tomar decisiones para seguir y proteger a las poblaciones de pájaros. Estos indicadores, dicen, son una guía para ver donde el cambio climático está afectando a la fauna y donde las políticas de conservación son efectivas.
Consistent response of bird populations to climate change on two continents, Stephens, P, et al, Science. 2016: http://science.sciencemag.org/cgi/doi/10.1126/science.aac4858