Científicos del CSIC y del Craig Venter Institute colaboran para secuenciar genéticamente varios lagos catalanes

Están tomando muestras esta semana en los lagos de Banyoles, en Girona, y el Redón, en la Vall d’Aran, Lleida. El trabajo forma parte del proyecto Sorcerer, campaña mundial de prospección genómica de los mares y lagos del mundo.

Científicos del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB) del CSIC colaboran con investigadores del Instituto Craig Venter, de los Estados Unidos, para secuenciar masivamente el material genético autóctono de lagos catalanes. La colaboración forma parte del proyecto Sorcerer, campaña mundial de prospección genómica de los mares y lagos del mundo que realiza el Craig Venter Institute.

Los científicos de ambas instituciones se han reunido esta semana para recoger muestras en los lagos seleccionados: los lagos de Banyoles (Banyoles, Cisó y Vilar), en Girona, en colaboración con investigadores de la Universitat de Girona, y el Redón, en la Vall d’Aran (Pirineos, Lleida), con la colaboración de la Unidad de Limnología (CSIC-Universidad de Barcelona). Las muestras serán posteriormente enviadas al laboratorio que tiene el Venter Institute en San Diego (EE.UU.) para la secuenciación masiva del ADN y el posterior tratamiento bioinformático que se realizará en colaboración entre el CEAB y el Venter Institute.

Tal como explica el investigador Emilio Casamayor, líder del grupo de ecología microbiana molecular del CEAB, “el mundo microbiano de los ecosistemas acuáticos sigue siendo un gran desconocido y encierra una gran riqueza genética a la que no podemos acceder con las técnicas convencionales de análisis de genes específicos mediante amplificación selectiva por PCR“. La magnitud es tal que se necesita una estrategia como la secuenciación masiva, capaz de generar millones de secuencias de ADN que después se identifican mediante potentes técnicas bioinformáticas. “Nuestro grupo ha identificado los lagos como un “hotspot” de diversidad bacteriana y secuenciar las muestras biológicas de estos ambientes servirá para acceder una información genética que se ha gestado tras millones de años de evolución”, añade este experto.

El objetivo final es desvelar el metagenoma de estos lagos, entendidos como un superorganismo formado por diferentes componentes que funcionan al unísono, y descubrir su funcionamiento. Los lagos de la zona de Banyoles se caracterizan por su falta de oxígeno y abundancia de azufre, que recuerda a las condiciones iniciales de la vida en la Tierra. “Es como mirar al pasado de la vida en la Tierra con tecnologías del futuro”, añade Casamayor. En el caso del Redón, un lago de alta montaña a unos 2.400 metros de altitud, se trata de formas de vida capaces de crecer a temperaturas de 0 grados centígrados, un aspecto con indudable interés biotecnológico. También ayudará a predecir el comportamiento de la microbiota frente a la fusión de los grandes hielos del planeta contemplada en los escenarios de cambio climático.

La campaña Sorcerer se inició en 2003, con el objetivo de descubrir los secretos de los océanos a través del muestreo, la secuenciación y el análisis del ADN de los microorganismos que viven en los ecosistemas acuáticos. Entre 2003 y hasta 2007, la campaña completó con éxito una primera etapa de circunnavegación mundial, en la que se muestreó lugares diversos como las costas de California, la Antártida, o los respiradores volcánicos del fondo del océano.

Desde 2009 y hasta el presente 2010, Sorcerer realiza una nueva etapa para muestrear las aguas del Báltico, del Mediterráneo y del Mar Negro, científicamente importantes porque están entre los mayores mares del mundo aislados de los principales océanos. En esta etapa se incluye el muestreo y la secuenciación genética de lagos emblemáticos con una larga tradición de estudio como el Lago Constanza (Alemania) o los lagos catalanes. También se han estudiado lagos del continente antártico a la búsqueda de nuevas formas de vida y nuevas moléculas.

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