Premiado por la Cátedra USAL-Fundación Grünenthal. El galardón es un reconocimiento a los proyectos más novedosos sobre dolor a lo largo de 2017, tanto en el ámbito epidemiológico como experimental, farmacológico y clínico.
El diseño del primer fotofármaco para tratar el dolor, publicado en la revista eLife, y co-liderado por Amadeu Llebaria, del Instituto de Química Avanzada de Cataluña (IQAC-CSIC) y Francisco Ciruela, de la Universidad de Barcelona (UB) y del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), ha sido premiado en la Categoría de Investigación Preclínica del la XVIII edición del ‘Premio a la Investigación en Dolor’, que convoca la Cátedra Extraordinaria del Dolor de la Fundación Grünenthal y la Universidad de Salamanca.
El galardón es un reconocimiento a los proyectos más novedosos sobre dolor, tanto en el ámbito epidemiológico como experimental, farmacológico y clínico.
El fotofármaco JF-NP-26 es una molécula enmascarada químicamente e inactiva, que se activa sólo cuando recibe luz del espectro visible (con una longitud de onda de 405 nm). Además, no muestra efectos tóxicos ni indeseables en animales, incluso a dosis elevadas.
La iluminación del fotofármaco induce en él una rotura que libera la molécula activa (raseglurant), que bloquea el receptor metabotrópico de glutamato tipo 5 (mGluR5), implicado en la transmisión neuronal del dolor. Al bloquear este receptor, se anula la transmisión del dolor desde la periferia del cuerpo al cerebro del organismo, generando un efecto analgésico como resultado final.
"En el ámbito clínico, no existe ningún precedente del uso de la fotofarmacología para mejorar el tratamiento del dolor ni de ninguna patología relacionada con el sistema nervioso. En el estadio preclínico, es decir, con modelos animales, este es el primer fotofármaco diseñado para el tratamiento del dolor 'in vivo'.", explica Francisco Ciruela.
El equipo dirigido por Amadeu Llebaria, del Grupo MCS del IQAC-CSIC, trabaja actualmente en el diseño y la síntesis de diversas moléculas activables mediante luz. «Esta aproximación es más compleja que la de un fármaco convencional, ya que, además de las propiedades terapéuticas, se deben optimizar las respuestas fotoquímicas y fotofísicas de la molécula», apunta Amadeu Llebaria.
El grupo dirigido por Francisco Ciruela, de la UB y del IDIBELL, está desplegando líneas de investigación para aplicar estas moléculas de la fotofarmacología a muchos problemas asociados a la farmacología convencional.
Es el segundo año que el trabajo del Grupo MCS del IQAC-CSIC es reconocido con el Premio Fundación Grünenthal. En la edición anterior, en la categoría de Investigación Básica, fue para un proyecto colaborativo de distintos laboratorios de Europa, codirigido desde el IQAC-CSIC, en el que se validaba una nueva diana (receptor metabotrópico de glutamato 4 o mGlu4) por su potencial para tratar el dolor crónico.