El CSIC y el Hospital Clínico lideran RECLAIMED, un proyecto pionero para minimizar el impacto de las medusas. Financiado por la Caixa, el proyecto persigue reducir el impacto de la proliferación de las medusas en el Mediterráneo y evaluar los efectos de sus picaduras.
Josep Maria Gili, investigador del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC; y los doctores Santiago Nogué, de la Unidad de Toxicología Clínica, y Jose-Manuel Mascaró, del Servicio de Dermatología, ambos del Hospital Clínico, y Jaume Giró, director general de la Fundación Bancaria "la Caixa", han presentado hoy un programa pionero para prevenir y minimizar las repercusiones clínicas y socioeconómicas de las medusas en el Mediterráneo (RECLAIMED).
El objetivo de este proyecto es encontrar soluciones a la problemática que genera la proliferación de medusas, que no ha parado de aumentar en los últimos cincuenta años- en la salud de las personas, el medio ambiente marino, la pesca y el turismo. En los últimos años en Cataluña, las picaduras de medusas se han incrementado hasta representar entre el 40 y el 80% de las incidencias totales en las playas.
El estudio está impulsado por la Obra Social "la Caixa", que destina 600.000 euros, y lo desarrollará a lo largo de tres años un equipo interdisciplinario de expertos de diversos campos para conseguir minimizar el impacto de las medusas y evaluar las consecuencias de sus picaduras de estos animales.
Dentro de las acciones que se llevarán a cabo, destaca la creación de la primera unidad funcional hospitalaria en España para el estudio de las picaduras de medusas; la investigación del mecanismo fisiopatológico inducido por el veneno de las medusas en el ser humano; y el desarrollo de modelos predictivos así como de protocolos de actuación.
Enjambres de medusas
En los últimos años, las llegadas de enjambres de medusas en las costas mediterráneas se ha convertido en un fenómeno habitual en el que participan múltiples factores, como las condiciones climáticas globales, la subida de temperatura del agua o el descenso de depredadores.
Según Josep M. Gili, del Institiuto de Ciencias del Mar del CSIC, «la llegada masiva de medusas en nuestras playas es consecuencia directa de la acción nada afortunada de los humanos sobre los océanos. Es un fenómeno que no se puede solucionar a corto plazo, pero sí se pueden reducir las consecuencias mediante la información y planes de prevención y actuación, fundamentados en el conocimiento científico».
Una de las especies más frecuentes y que causan más problemas, porque produce una picadura muy urticante, es la medusa Pelagia noctiluca, que llega de mar abierto gracias al desplazamiento de masas de agua por la fuerza del viento, lo que dificulta el posible control a corto plazo. Así, la implementación de medidas y protocolos de actuación permitirían minimizar las consecuencias de la presencia de medusas en las playas, muy especialmente el impacto sobre las poblaciones humanas, así como reducir el posible colapso sanitario que representa el incremento de personas afectadas por el veneno de estos organismos, unos de los seres vivos que se encuentran entre los más primitivos conocidos.
«La urgencia más importante, sin embargo, se centra en estudiar a fondo la problemática sanitaria y a investigar las propuestas médicas más adecuadas para el amplio espectro de casos que generan los venenos de las medusas en las personas », explica el Dr. Nogué, del Hospital Clínico.
Medidas de prevención y protocolos de actuación
Durante tres años, expertos de diversos campos trabajarán conjuntamente para dar respuesta al aumento de los ejemplares de medusas y sus repercusiones. Dentro de las acciones que se llevarán a cabo se encuentra el desarrollo de modelos predictivos para determinar qué zonas pueden ser las más afectadas.
Mantener y mejorar la red de observadores de medusas en las playas permitirá recoger y recibir información diaria en tiempo real sobre la presencia de medusas y sus consecuencias. Todo ello debe permitir, según comenta el Dr. Mascaró, «desarrollar medidas eficientes de prevención con el conocimiento riguroso de las especies y su peligrosidad, al tiempo determinar las zonas y el momento más frecuente de su presencia, y elaborar protocolos de actuación que faciliten la reducción del riesgo frente a las incidencias de picaduras ».
También se podrán establecer, en base a las investigaciones previas, recomendaciones a la población general sobre la prevención de las picaduras de medusas y primeros auxilios por parte del personal sanitario y no sanitario.
La primera unidad funcional hospitalaria en España
El proyecto RECLAIMED permitirá crear una unidad funcional hospitalaria para poder aplicar un tratamiento personalizado a los pacientes afectados gravemente por picaduras de medusas en las costas. Será la primera unidad funcional de expertos en España para atender las picaduras de medusas y estará integrada por especialistas de la Sección de Toxicología y del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico de Barcelona.
Con los datos aportados por la investigación sobre las especies de las medusas que habitan en las costas y su toxicidad y reacción, los investigadores del Clínico diseñarán terapias para aplicar en caso de picadura.
La unidad deberá definir las características epidemiológicas de los pacientes y estudiará el mecanismo fisiopatológico inducido por el veneno de las medusas en el ser humano para poder desarrollar una terapia eficiente para la mayoría de personas afectadas por una picadura.
Investigar el sustrato inmunológico, hormonal o de otro tipo que comparten los pacientes con una reacción adversa grave o persistente en el veneno de las medusas con el objetivo de aplicar un tratamiento personalizado es lo que convertirá esta unidad en un centro de referencia en España.
Con esta información se podrá formar a los socorristas para que puedan aplicar el protocolo de actuación adecuado en caso de picadura a pie de playa.