Un macroestudio monitoriza el consumo de drogas en 37 países a través de las aguas residuales

El estudio, con participación del CSIC, ha analizado el agua residual generada por 60 millones de personas de 120 ciudades en 37 países desde el 2011, proporcionando patrones temporales de consumo de drogas. Los datos de Barcelona muestran un consumo en alza de todas las drogas investigadas, excepto la anfetamina, que muestra un ligero descenso de 2016 a 2017. Amberes, seguida de Ámsterdam, Zúrich, Londres y Barcelona, serían las ciudades en las que más drogas se consumen, considerando las cuatro sustancias investigadas y los 7 años monitorizados.

Esquema de las ciudades europeas y su nivel de consumo de cocaína.El macroestudio realizado entre instituciones científicas de 37 países ha contado con la participación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y de Estudios del Agua del CSIC (IDAEA-CSIC) y se publica hoy en la revista Addiction. Los resultados de las campañas de monitorización de aguas residuales, llevadas a cabo entre el 2011 y el 2017, demuestran que la cocaína es la droga dominante en las ciudades del sur y o este del continente, incluida España, donde Barcelona es la ciudad con un mayor consumo de estas sustancias.

El análisis de aguas residuales con fines epidemiológicos es una disciplina científica de reciente desarrollo que presenta el potencial de monitorizar el uso de drogas de abuso a nivel poblacional y en tiempo prácticamente real. Mediante el análisis del agua de entrada de una estación depuradora de aguas residuales (EDAR), y a partir de la concentración de la propia sustancia o de los metabolitos que se excretan en la orina, se puede estimar la cantidad de droga consumida por la población. Esta metodología se aplicó por primera vez a nivel internacional en el 2011 y, desde entonces, el grupo internacional de científicos SCORE (Sewage analysis CORe group Europe) ha realizado análisis y recopilado datos de un número creciente de ciudades año tras año.

El artículo está liderado por Iria González Mariño, investigadora y profesora del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Salamanca. También han colaborado investigadores del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), liderados por la investigadora Miren López de Alda.

En total, el estudio ha analizado el agua residual generada por 60 millones de personas de 120 ciudades en 37 países durante una semana cada año, evitando festivos y periodos vacacionales, lo que ha permitido evaluar las tendencias espaciales de uso de cuatro sustancias ilegales: anfetamina, metanfetamina, éxtasis y cocaína. Además, 26 ciudades de 14 países europeos (unos 19.3 millones de personas aproximadamente) participan en el estudio desde el 2011, proporcionando datos anuales que han contribuido a discernir patrones temporales de consumo de drogas.

Consumo de sustancias psicoactivas desigual entre los países del estudio

Los resultados confirman las grandes diferencias que existen en el uso de sustancias psicoactivas entre los distintos países europeos. La cocaína es la droga dominante en las ciudades del sur y oeste del continente (en Suiza, Italia, Francia, España o Reino Unido), y su consumo ha experimentado un gran aumento en la mayor parte de las localidades monitorizadas durante el período 2011-2017. En Bélgica y Países Bajos se observa un importante consumo de cocaína y anfetamina, una sustancia cuya popularidad se ha incrementado en estos países y también en el norte de Europa.

El consumo de metanfetamina, aunque menor que el de las otras cuatro sustancias estimulantes consideradas, es especialmente elevado en países del este (en Eslovaquia, República Checa y este de Alemania) y está expandiéndose al norte y al centro de Europa.

El éxtasis, sin llegar a dominar ningún escenario dentro del consumo de sustancias de abuso, ha experimentado un aumento a lo largo del período estudiado. Por otra parte, a diferencia de lo que ocurre en Europa, el consumo de metanfetamina domina en las ciudades monitorizadas en América del Norte (Estados Unidos y Canadá) y Australasia (Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur), con niveles medios que superan con creces los estimados en Europa del este. En América del Sur (Colombia y Martinica), la cocaína vuelve a ser la sustancia dominante.

El caso de Barcelona en el contexto español

Barcelona es una de las ciudades que ha participado en este estudio internacional. Los datos obtenidos por el IDAEA-CSIC, con la participación de Miren López de Alda, Cristina Postigo, Nicola Mastroianni y Ester López García, muestran un consumo al alza de todas las drogas investigadas, excepto de la anfetamina, que muestra un ligero descenso de 2016 a 2017.

En el contexto internacional, los últimos datos (2017) obtenidos para la ciudad de Barcelona la colocan en: el primer puesto en consumo de cocaína, por delante de ciudades como Zúrich y Amberes; el octavo puesto en consumo de éxtasis, que está liderado por las ciudades de los Países Bajos y Eindhoven; el decimotercer puesto en consumo de metanfetamina, en donde distintas ciudades de Alemania y República Checa encabezan la lista y; un puesto intermedio (33 de 65) en consumo de anfetamina donde destacan en los primeros puestos de nuevo Eindhoven y Amberes. Los datos de la capital catalana corresponden a una de las siete EDAR del Área Metropolitana de Barcelona, que trata un 34% del total de aguas residuales de la conurbación.

Entre las ciudades españolas investigadas en 2017 (Barcelona, Castellón, Madrid, Santiago de Compostela y Valencia), Barcelona es la que muestra un mayor consumo de todas las drogas, duplicando, por lo general, el consumo estimado en las otras ciudades.

La correspondencia entre los datos de consumo de drogas de abuso derivados del análisis de aguas residuales y los obtenidos mediante otros indicadores epidemiológicos establecidos, así como las encuestas a la población o las estadísticas de decomisos, demuestran el potencial de esta metodología como indicador complementario en las estimaciones de consumo de sustancias psicoactivas. El análisis de aguas residuales proporciona resultados a nivel poblacional y casi en tiempo real, lo que permite identificar nuevas tendencias de abuso con una celeridad mayor con la que lo hacen las metodologías tradicionales.

Artículo de referencia: González‐Mariño, I. et. al. ( 2019) Spatio‐temporal assessment of illicit drug use at large scale: evidence from 7 years of international wastewater monitoring. Addiction, https://doi.org/10.1111/add.14767.

Comunicación IDAEA