En el acto, el presidente del CSIC ha recordado que la ciencia es uno de los elementos en los que debe apoyarse la tan deseada recuperación
Barcelona. En un emotivo acto que ha estado lleno de recuerdos y anécdotas, la Delegación del CSIC en Cataluña ha celebrado esta mañana su 70 aniversario. Ha estado presidido por Emilio Lora-Tamayo, Presidente del CSIC, y Andreu Mas-Colell, conseller de Economia i Coneixement de la Generalitat de Cataluña.
En el acto, que ha congregado a un centenar de personas, también se ha rendido homenaje a Jaume Josa Llorca, recientemente fallecido, quien estuvo al frente de la Delegación entre los años 1996 y 2000.
Fue el 21 de noviembre de 1942, cuando se firmó la creación de una delegación en Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), creado en 1939. La Delegación era la primera que se fundaba y la única durante años -no fue hasta 1983 que se creó la segunda, en Andalucía- y supuso, de hecho, el inicio de las actividades del CSIC en Cataluña.
Desde entonces, tal como ha recordado el Presidente del CSIC, las relaciones con las diferentes instituciones de esta comunidad autónoma han sido numerosas y fructíferas.
El CSIC, ha dicho Lora-Tamayo, quiere que su presencia en las comunidades autónomas propicie políticas activas de cooperación institucional y científico-tecnológica. “Si hubo en tiempo en que se podía decir que está colaboración era necesaria, hoy se puede decir, sin posibilidad de error, que es imprescindible. (…) La ciencia por sí sola no resolverá la crisis pero es, sin duda, uno de los elementos en los que se ha de apoyar la tan deseada recuperación”, ha afirmado el presidente de este organismo.
El acto se ha cerrado con la concesión de un diploma conmemorativo a los exdelegados del CSIC en Catalunya: Josefina Castellví (delegada en 1984-86), Carles Miravitlles (1987-92), Joan Albaigés (1992-92), y Joan Maria Esteban (1993-96), exdelegados del CSIC en Catalunya, y una distinción del CSIC a título póstumo a Jaume Josa.